Nuevas tecnologías en la escuela

Desde hace unos años ya se viene hablando sobre la posibilidad de introducir los videojuegos en la escuela como una herramienta educativa. Hace una década esto solo era una idea remota, debido a la falta de recursos tanto humanos, materiales y económicos necesarios. Pero hoy en día la situación ha cambiado mucho y los centros tanto público como privados o concertados, cuentan con medios materiales suficientes como para pensar en una educación en la que las nuevas tecnologías tengan un papel más importante.

Estos recursos materiales, vienen dados por un importante impulso económico del gobierno, como por ejemplo poner un ordenador por cada alumno de 5º de primaria. Ante esta nueva situación y teniendo en cuenta la importancia que tienen las nuevas tecnologías y su alfabetización para la formación de los alumnos,muchos en la actualidad nos preguntamos porque se siguen marginanando estos medios en las escuelas de hoy en día.

No es difícil llegar a la conclusión de que esta marginación está dada por la situación de los recursos humanos, que no cuentan con la formación necesaria para convertir las nuevas tecnologías y todas sus aplicaciones en herramientas que sirvan para mejorar la formación integral de los escolares. Si aceptamos este panorama, la siguiente cuestión es plantearse porque los profesionales de la educación, tienen esta laguna en su formación. Y este es el punto donde se pueden encontrar opiniones enfrentadas. Unos dirán que no cuentan con los medios suficientes, pero otros, entre los que me incluyo, piensan que es más por el acomodamiento de los profesores.

Es comprensible que un profesor que desarrolla su docencia de manera impecable y que cuenta con muchos años de experiencia, tenga un sentimiento de rechazo ante la idea de formarse para utilizar los medios tecnológicos modernos en su clase, pero esta idea no puede ser aceptable. El Código Deontológico del Profesor, implica una continua formación para responder a las necesidades educativas de los jovenes. Por lo tanto tenemos que hacer un esfuerzo común entre todos, por favorecer un clima que valore la formación continua y exigir a la administración los medios que hagan falta para que esta formación sea atractiva, ya sea por su metodología, por algún incentivo,... aunque lo ideal sería que resultara atractiva por ser fundamental para un buen desarrollo de nuestra profesión.